LOS PUNTOS NEGROS DE LA CRISIS

Acción (de acciones) directa no violenta y descentralizada

Esta es una acción de acciones que pretende señalar y denunciar algunas de las personas, instituciones, mecanismos, etc. directamente implicados en:
- la generación de la crisis financiera, económica, ambiental y social en la que nos encontramos,
- la gestión “continuista” que se está dando a esta situación, su suicida huída hacia adelante,
- las consecuencias derivadas de las crisis.

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UE Gran Casino


Vivimos marcad@s por la financiarización de la economía, es decir que la economía de casino de las bolsas o los paraísos fiscales mueve 70 veces más dinero que la economía productiva. Esto se ejemplifica con que Siemens gana más por su especulación en el mercado de derivados que por su actividad empresarial.

La enorme capacidad de movilizar recursos y de crear dinero de la economía financiera, contra lo que podría parecer, tiene importantes implicaciones en nuestras vidas. Algunos ejemplos son:

- Concentración y centralización del poder a través de fusiones. Así, de 200 fusiones y/o adquisiciones al año en los 80, se pasó a 40.000 en la década siguiente gracias a la “exuberancia de los mercados financieros”.

- Dificultad creciente para pedir responsabilidades, ya que los activos financieros se distribuyen por el mercado sin posibilidad de saber, en muchos casos, quien los detenta. Por ejemplo, la deuda externa acaba vendiéndose en el mercado secundario con muchos problemas para ser rastreada por parte de los movimientos sociales.

- Crecimiento de los precios de las materias primas y alimentos por la especulación en los mercados financieros con ellos. Esto ha sido palmario hasta el estallido de la crisis en 2008.

- Especulación con el clima en lugar de luchar contra las causas del calentamiento global. Por ejemplo, el mercado del carbono movió 12.500 millones de dólares en 2008.

- Financiación para la construcción de infraestructuras. Por ejemplo, la reforma de la M-30 madrileña tuvo la aportación de 200 millones de euros por parte de Lehman Brothers (un conocidísimo, y ahora desaparecido, banco de inversión). De este modo hay una creciente financiación privada de infraestructuras en base a la economía financiera, una financiación que llega ya al 22%.

Pero todo esto no cae de un guindo, sino que responde a una serie de decisiones políticas que se han venido tomando en los estamentos de poder mundial, entre ellos la Unión Europea. Podemos destacar varias medidas:

- Libre creación de dinero a nivel mundial. Las monedas no están ancladas a ningún valor físico, como el oro. El núcleo duro de Europa tomó esta decisión política en 1973. Esto ha implicado una brutal creación de dinero de la nada, aumentando el capital-dinero mundial.

- Desaparición de un sistema de cambios fijos entre monedas. Esta decisión estuvo acoplada a la anterior y también vino impulsada en Europa por las decisiones tomadas previamente en EEUU. Esto implica que haya países cuya economía esté en mayor o menos medida eurizada y, por lo tanto, no tengan control sobre la emisión del dinero. Tal es el caso de Kosovo o Montenegro.

- Liberalización de la circulación de capitales gracias a sucesivas decisiones impulsadas por la Comisión Europea.

- Creación del mercado de futuros. El primero fue en 1970 en EEUU, pero las bolsas de la Unión no tardaron en crearlo también, en paralelo a un proceso de fusión de bolsas europeas, como el Euronext.

- Opacidad creciente en todo el sistema permitido por el secreto bancario, los paraísos fiscales o las operaciones al margen de cualquier regulación (sistema bancario “en la sombra”). No hay que olvidar que en el seno y el entorno de la UE hay poderosos paraísos fiscales como Luxemburgo, Londres o Suiza que mueven más dinero que los paraísos fiscales en la órbita de EEUU o de China.

- Acuerdos de regulación bancaria como el Basilea II. Mediante ese acuerdo los bancos sólo están recomendados a retener el 8% de los depósitos, con el resto pueden conceder créditos (y especular, claro está). Aunque este porcentaje es aun menor en la eurozona, llegando al 2%.